Lecciones básicas para la educación católica
- Los padres y la familia son la fuente de la educación.
- Educación no es instrucción, es formar «personas»; esta misión pertenece primeramente a los padres de familia, no es del Estado, ni de la televisión o los otros parientes. Pero tampoco excluye a las escuelas o colegios y a sus educadores.
- La labor de educar comienza desde la concepción y se prolonga a lo largo de la vida.
- La persona llega al seno de la familia con unos dones y talentos, pero al mismo tiempo, llega con una tablilla en blanco para ser llena de contenidos con la ayuda de los otros.
Esto requiere:
- Confianza y comunicación
- Conocimiento de las personas
- Convivencia
- Común acuerdo de los padres para educar
- Constancia
- Claridad en las metas
- Pactar normas y horarios
Aportes del Cibercolegio UCN a la experiencia de educar en casa
- Crecimiento en la fe.
- Educación en Identidad Católica.
- Capilla virtual y capellán.
- Catequesis virtual.
- Forma desde la pedagogía del corazón.
- Impulsa la responsabilidad sobre la vida.
- Ofrece un modelo flexible y de calidad.
- Prepara personas para el futuro.
- Favorecimiento de espacios personales para el deporte, el arte, la literatura y la ciencia.
- Humanización del Internet.
- Orientación psicológica y familiar en línea-
Responsabilidad compartida
La Iglesia tiene el compromiso de proporcionar una educación que vaya más allá de los simples datos, cifras e información. Esas cosas son importantes. Pero igualmente importantes son las virtudes y valores que ayuden a que nuestros niños crezcan con una perspectiva «trascendente» de la vida; que los ayude a verla con los ojos de Jesús.
En nuestra cultura, cada vez se hace más difícil encontrar el verdadero significado de la vida. Hay tantas promesas falsas y tantos caminos desviados que se les ofrecen a nuestros jóvenes y niños. Es necesario entonces que brille la luz, la guía y el acompañamiento de las Escuelas Católicas.