Articular la inteligencia emocional al currículo es una tarea de responsabilidad y sentido de pertenencia hacia la salud física mental y emocional de la escuela a la comunidad que participa de sus procesos de enseñanza, aprendizaje y formación.

El Cibercolegio UCN, es modelo en este ejercicio, con estrategias de estimulación y acompañamiento para que el entorno escolar sea un sitio donde se desarrollen habilidades socioemocionales que dan apertura a la disposición y motivación para el aprendizaje.

Niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos son la razón que nos impulsa a creer que el trabajo desde un sistema de educación emocional prepara a la persona en la gestión eficaz de la vida, en la resolución de problemas y en el afrontamiento positivo a la cotidianidad, pues necesitamos saber algo más que leer o aprender a sumar.

La inteligencia emocional implica habilidades de identificación, comprensión y ajuste para gestionar efectivamente lo que nos pasa, que podamos expresarnos libremente y tengamos herramientas de manejo a nuestro alcance que nos proporcionen formas de aprender a hacerlo y contribuyen a la estimulación de pensamientos proactivos que tienen como resultado un saber emocional para una conducta emocional adecuada.

Seguiremos apostándole a este trabajo; diariamente es nuestro reto, fomentar el crecimiento intelectual y emocional de nuestra Familia Ciber.

Aquí una cátedra especialmente vivida en este contexto:

https://www.youtube.com/watch?v=z9jeKbz7I78&t=868s