El viernes 25 de febrero se tuvo el lanzamiento del ciclo de la trascendencia. Para el 2022 tendremos como consigna la máxima «Alza el vuelo» que se desprende de la figura del águila. Compartimos la explicación del isologo que nos acompañará durante este año:

Con la llamada profética «alza el vuelo y lánzate como el águila» (Cfr. Jr 49, 22), con mirada altiva, pero nunca egoísta o con indicios de superioridad, con seguridad y reconocimiento de sus propias virtudes, el águila se convierte en una criatura que encierra diversidad en cuanto a su potencial: el flanco izquierdo en un degradado que desciende del tono verde expresa fuerza y destreza en medio de la esperanza a los tiempos venideros; el ala izquierda, con una minúscula elevación por encima de su análoga, manifiesta la agudeza y perspicacia para enfrentar el presente, el tiempo que realmente es nuestro y del cual podemos generar la transformación; en el centro, sin embargo, resulta llamativo el color naranja, expresión de vitalidad permanente que nos viene de los acontecimientos pasados y de los cuales ineludiblemente aprendemos y tenemos equilibro. Capacidades totalmente necesarias para arrostrar las turbulencias y adversidades que con certeza se encuentran en el recorrido. Las plumas en sus alas están cargadas de sueños, aspiraciones y motivaciones que sin ellas no sostendrían el aleteo constante y enérgico.

Su vista, unida a la capacidad de volar que le permiten sus alas, la posiciona dentro del reino animal como un ser que no solo tiene la posibilidad de prever los peligros más cercanos, sino de enfrentar aquellos que de momento arrecian y quisieran destruirla. Nuestra águila tiene la mirada ciertamente velada en señal de preparación y planeación para el alcance del objetivo. Su actitud de silencio es reflexiva para determinar con claridad cómo será el proceso mientras esté sobre los aires; es, naturalmente, una actitud de trascendencia.

Este símbolo es fuente de inspiración para que cada uno de los miembros del Cibercolegio UCN, desde su rol, puedan abanderarse del imperativo de ir hacia lo más alto. La invitación, desprendida de las alas del águila, no es ajena a su esencia, sino que precisamente está relacionada en la intimidad de su ser: «Alza el vuelo», trasciende tus propósitos, renueva tus motivaciones, lo que implica decisión, esfuerzo y voluntad. Solo así se podrá emprender la aventura y durante el viaje ir acomodando aquello que sea necesario, para que al final se consiga más que llegar a la meta, cumplir el propósito y sumar experiencias que, en definitiva, servirán para la formación integral y la transformación de la propia realidad. Con alas de águila, ALZA EL VUELO.

Redactada por:

Juan Esteban Orrego Echavarría y John Edison Gómez Atehortúa

Pastoral y Bienestar