Como es sabido, la situación que venimos enfrentando a nivel mundial hace algunos meses, no solo ha modificado ciertas actividades cotidianas, sino que ha hecho que asumamos cambios drásticos en las prácticas de socialización y en contextos específicos como el trabajo y la educación.

En nuestra historia reciente, nunca se había paralizado el mundo de tal forma, para que nos viéramos obligados a transformar los escenarios y las metodologías que desde siempre se han utilizado. Si bien la era de la globalización y el constante auge de la tecnología nos lleva cada día a actualizarnos y a hacer uso de otros recursos y herramientas que prometen ser más eficaces o eficientes, aun conservamos un poco de lo tradicional.

Ninguno de estos aspectos ha mostrado ser negativo; sin embargo, el vernos obligados a estar lejos de los espacios físicos presenciales y hacer una mudanza completa a lo virtual, ha sido uno de los grandes retos que ha dejado la pandemia; demostrando de cierta forma que no existía un plan B o un protocolo de preparación para un evento como este.

El uso de computadores, dispositivos tecnológicos, redes de internet, plataformas educativas, softwares, aplicaciones y demás requiere de un dominio tecnológico y un manejo estructurado para poder ofrecer las mismas garantías que desde la presencialidad se brindan.

Los docentes de esta época han tenido que capacitarse y entrar en un proceso de investigación y actualización que, de no ser por la pandemia, tal vez no habrían tenido la oportunidad o la iniciativa para hacerlo. El estar preparado no solo implica saber manejar las herramientas anteriormente mencionadas, sino también seguir conservando la esencia de lo que con la educación se busca: una formación integral.

Desde nuestro Cibercolegio UCN, contamos con la gran ventaja de tener a disposición todos los medios; ya que, al ser pioneros en educación virtual con sentido humano, nos hemos convertido en un ejemplo de que sí es posible compartir en la virtualidad desde actividades netamente educativas, hasta espacios de socialización y sano esparcimiento. Un ejemplo de ello es el festival de cometas que anualmente realiza la institución de manera presencial en Santa Rosa de Osos, pero que debido a la pandemia este año se pudo celebrar con algunas modificaciones y desde la comodidad de nuestros hogares.

El festival tuvo una gran acogida por parte de toda la comunidad educativa y las familias, que se animaron a participar de las distintas actividades y concursos, haciendo de este espacio algo muy significativo.

Asimismo, se ha realizado en el 2020 de manera 100% virtual la celebración del día del Maestro, el Bingo del Fondo de Empleados, la Semana Cibersorprende con una excelente acogida, además de otras actividades conmemorativas; y próximamente se espera realizar la una convivencia virtual de los estudiantes de Primaria Incluyente que estará llena de sorpresas.

Nos queda como invitación ver la pandemia más como una oportunidad que como un obstáculo para compartir, interactuar y vivenciar los procesos académicos, laborales, familias y de amistades desde la virtualidad.