Al pensar en educación virtual, lo primero que viene a la cabeza es la innumerable oferta de programas académicos que existen, principalmente, de educación superior. Todo tipo de carreras profesionales, diplomados, especializaciones y maestrías están en la lista, esto sin mencionar los diversos cursos cortos que forman en áreas específicas y que en la actualidad se promocionan en las redes sociales. Pero pensar en la posibilidad de recibir educación primaria, bachillerato y media a través de canales digitales ya es otro asunto, pues se cree que en estos niveles es mucho más conveniente la presencialidad.

¿Es posible que un niño adelante su proceso formativo usando el internet como principal herramienta? La experiencia del Cibercolegio UCN nos indica que si. Esta institución maneja un modelo educativo dirigido a toda la población, pero de manera especial a ciertos grupos a los que se les dificulta la educación presencial, como por ejemplo personas que se dedican a deportes de alto rendimiento, las artes, que viajan por el mundo, que están en condición de discapacidad, que han sufrido matoneo o que viven en zonas alejadas de las cabeceras municipales.

Desde hace 18 años, el Cibercolegio UCN, que cuenta con la aprobación oficial de la Secretaría de Educación de Antioquia, la Secretaría de Educación de Medellín, y está adscrito a la Fundación Universitaria Católica del Norte, imparte educación ciento por ciento virtual a niños, jóvenes y adultos, todo con el respaldo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, ubicada en las montañas del Norte Antioqueño.

La institución fue una iniciativa de la Iglesia Católica presente en esa zona del país, de su obispo y de un grupo humano que tenía la visión de contribuir a la educación bajo tres pilares fundamentales: identidad católica, innovación y calidad.

Y aunque en sus inicios eran más las dudas y los posibles fracasos, el Cibercolegio UCN ha tenido la oportunidad de validar su modelo pedagógico a través de las Pruebas Saber, que lo han catapultado como un referente de calidad educativa. Igualmente, con los premios Ciudad de Medellín a la calidad educativa. A lo anterior se suman 65.000 adultos alfabetizados y 7.000 bachilleres graduados que se desempeñan exitosamente en su vida profesional y otros que se destacan en las universidades gracias a las competencias adquiridas con el aprendizaje autónomo o sincrónico que favorece la virtualidad.

Un paso adelante

La crisis que vive el mundo a propósito de la emergencia sanitaria y social suscitada por el Covid 19, ha puesto a muchos directivos y docentes a pensar en educación virtual y hoy se asoman tímidos a este universo, ya que se ha explorado poco, principalmente en los primeros niveles de formación académica como la primaria, el bachillerato y la educación media.

Esto contrasta con la experiencia del Cibercolegio UCN que, con cerca de 20 años en el tema, ha avanzado y adquirido el conocimiento necesario para que la educación mediante la internet y otros instrumentos tecnológicos sea de alta calidad. «En estos momentos la institución está dispuesta a compartir la experiencia obtenida en estos años para que la virtualidad en educación básica y media no sea solo motivo de contingencias, sino que venga para quedarse en nuestro país, y la aprovechemos más como una herramienta transformadora del aula, del niño, de la familia y de la comunidad», señala el Presbítero, Eduin Salazar Giraldo, rector de la institución.

Para todos

Para llegarles a diferentes grupos poblacionales, el Cibercolegio UCN creó diferentes programas: Primaria incluyente, para personas en condición de discapacidad; Resilientes, para niños que se encuentran en hospitalización; Centros Aprende, para quienes viven en áreas rurales; Ciberdeportistas, para niños y jóvenes que se destacan en el deporte; Catholic School Familia de Nazareth, para familias que optan por educar sus hijos en casa bajo valores católicos y E-Catequesis, para que los niños y jóvenes se preparen para la primera comunión y la confirmación.

Fuente: Revista Semana