El «Método de los 20 días» o «Vacachadafa» es un material de apoyo para la consolidación de procesos de lectura y escritura en algunos estudiantes que requieren nivelación en el dominio del código escrito convencional dado, que con otras metodologías implementadas no logran alcanzar los objetivos propuestos.

Surgió como alternativa de solución ante situaciones particulares que demandaban involucrar dispositivos básicos de motivación, atención, memoria, lenguaje; así, como de procesos de asociación y de conciencia fonológica.

Sobre este método no se encuentran datos ni sustentos teóricos. Según la maestra Nayely Castañeda el método «sigue un orden lógico además de que las sílabas son unidades sonoras que los sentidos captarán con facilidad». El material consta de cinco plantillas, donde se conjuga cada vocal con todas las consonantes, en cada plantilla aparecen las sílabas junto con una imagen que representa una palabra completa, las sílabas corresponden al sonido inicial de la palabra representada gráficamente. Este material se convierte por un buen tiempo en el apoyo visual que el estudiante requiere hasta llegar a no necesitarlo.

En el programa Primaria Incluyente, las profesionales que se orientan por el uso de este material lo hacen en atenciones individualizadas realizando las respectivas modificaciones, adecuaciones y adiciones necesarias para el alcance de las metas particulares de aprendizaje.

Mediante el uso de la plantilla 1 por ejemplo, se familiariza al estudiante con la identificación de sílabas formadas con la vocal a en combinación con las consonantes, y se busca trascender a la composición de palabras monosílabas y bisílabas, articulando actividades y juegos que involucran los dispositivos básicos de aprendizaje y las habilidades de pensamiento; algunos de ellos son: loterías, crucigramas, sopas de letras, escritura de palabras que corresponden a una serie de imágenes presentadas, dictados, ejercicios de discriminación auditiva entre otros.

Al iniciar con cada plantilla se indaga al estudiante por el conocimiento que tiene de cada imagen que acompaña las sílabas, para cambiar las desconocidas por una que se ajuste a su contexto.

Luego, se comienza a trabajar con la plantilla señalando con su dedo índice la sílaba que se está leyendo y dando 3 toques con su dedo al leerla. Por ejemplo: Al tiempo que señalan, repite «ba», «ba», «ba» de ballena; «ca», «ca», «ca», casa; «cha», «cha», «cha», chaleco; «da», «da», «da», dado.

Se ha comprobado que la implementación de este método en las atenciones individuales y el compromiso de padres de familia y acudientes para la implementación del método en casa, ha favorecido la adquisición del código lecto escrito en varios estudiantes del programa.